
Piensa en todas las horas que los españoles pasarán al lado de las piscinas y
en las playas este verano después de comer, contando los minutos para tirarse al agua, ya que
todavía tenemos la costumbre de no evitar una norma fundamental que nos enseñaron de
niños: no entrar en el agua con el estómago lleno.
El único problema, según los expertos, es que la
advertencia es otro cuento de viejas que debe ser puesto en entredicho. La
teoría es que el proceso de digestión, después de comer,...