En esta ocasión, quiero mostraros la experiencia de dos grandes personas. Dos grandes socorristas que empezando a trabajar este año, han vivido la experiencia de ayudar a una persona a sobrevivir.
Su relato, su profesionalidad y su gran amor al salvamento, consiguieron salvar vidas. Es por ello, que me gustaría compartirlo con vosotros.
Incluso fuera de la piscina - Fernando Alavedra
Hola me llamo Nando Alavedra,
tengo 33 años y soy socorrista desde Junio del 2012.
Cuando me saqué el titulo en G&F-Nobas
Formació,sl, al mes entré a trabajar como socorrista en un gimnasio, DIR San
Cugat.
Antes de hacer el curso de
socorrista acuático no te das cuenta de la importancia de tu trabajo. Tienes
que salvaguardar la vida de las personas y eso es muy serio.
Mucha gente no se toma en serio
tu trabajo, sea por ignorancia o no sé por qué, hasta que te necesitan y solo tú
sabes responder... Donde yo trabajo me
daba la sensación (por los clientes) que parecía que era su criado: “Dí a esa
persona esto”, “éste no lleva gorro”,”¿ me puedes pasar esto?”…., pero estas son
cosas que las haces por qué quieres no porque sea tu trabajo.
Hay momentos en que tienes que
decir que tú no eres un Policía si no que estas ahí para evitar que no les pase
nada.
También tienes la sensación de
parte de tus jefes que estas ahí porque la ley les obliga.
Peró,llegó el día que tuve que
actuar, y mis jefes y compañeros reconocieron finalmente lo que yo tan bien
sabía: “No le damos al Socorrista la importancia que realmente tiene”.
Bueno esto es lo que pasó:
El día 22 de Agosto yo estaba en la
piscina como todos los días. En la parte de arriba están las clases donde se
hacen las clases dirigidas. Era una semana en la cual había una oleada de calor
muy fuerte. De golpe me llamaron que se
había desmayado una mujer y que subiese rápido a la zona de las clases
dirigidas. Cojo el botiquín de mano y subo, y me encuentro a una mujer tirada
en el suelo con la cabeza metida entre una fuente de agua y un aparato. A su
vez veo un montón de gente y nadie sabía lo que hacer.
Llego, la saco del agujero, le
tomo el pulso: Aún tiene, pero muy débil. Y de repente veo que se empieza a poner
muy azul, por falta de oxigeno, y me entra en posible parada cardorespiratoria.
Seguidamente empiezo con el Soporte Vital Básico. No
llegué a pedir ayuda, ya que un Policía Mosso d’esquadra estaba allí ayudando. Le
dije que llamase al 112, y a otra persona que había a mi lado, que me trajese el
DEA. A su vez, empezaba las maniobras básicas, el RCP. En el primer ciclo ya tenía el DEA. Mandé que
lo preparasen, mientras yo seguía con la reanimación.
Gracias a Dios, en el
segundo ciclo de RCP, ya volvió a tener pulso, aunque era débil. Noté que ya se
le había quitado ese color azulenco de la cara. Nadie, incluso algunos
compañeros de trabajo, aún teniendo el carnet del DEA, no supieron ponerlo. Mientras,
yo estaba con la reanimación. Cuando terminé el segundo ciclo y vi que tenía
pulso, le tuve que poner yo directamente el DEA. Analizó al paciente y me
aconsejó que le diese una desfibrilación. Aún seguía teniendo el pulso muy
débil, como que quería y no quería, yo, seguía con la reanimación. A todo ello,
seguía dando órdenes a todo el mundo que estaba allí, que le desabrochasen las
zapatillas, todo lo que le apretase, para ayudar a la circulación de la sangre.
Por segunda vez, el DEA la
empieza analizar, y vuelve a recomendarme que le dé una segunda descarga. Se la
doy. Entonces fue cuando noto que ya
vuelve a tener pulso normal, y empieza a respirar normalmente.
Cuando veo que ya está estable,
la pongo en PLS (Posición Lateral de Seguridad).
Le pongo trapos húmedos por las
articulaciones y le empiezo a hablar, a lo cual ella empieza a asentir con mis
preguntas, y es cuando de verdad, ya siento que está fuera de peligro.
Aunque parezca que no fue todo
rapidísimo, la tuve en posible parada como 1 minuto solamente. Llegaron los
servicios de emergencia. La mujer, ya estando consciente, se la llevaron en
silla de ruedas para el Hospital, mientras los Médicos y Policías me hacían
preguntas y me empezaron a dar la enhorabuena, felicitándome: Le has salvado la
vida.
En el momento, estaba muy serio,
con la mente despejada, y sabía lo que tenía
que hacer en todo momento. Pero cuando todo terminó, no era consciente de lo que había hecho, y me salieron todos los
nervios de golpe, y me puse como un flan.
Al día siguiente, cuando estás más
calmado, ya me di cuenta de lo que había hecho, y te pones a pensar, y como
dice un amigo mío al que le gusta mucho la cultura Nativa Americana: Acabas de
hacer algo sagrado, has permitido que esa mujer siga viviendo. Y te dices: es verdad.
A los 3 o 4 días fui a visitarla
al Hospital. Cuando entré en la habitación, me miró, y sin saber quién era, se echó
a llorar nada mas verme. Presintió que era yo quién le había reanimado. Me dio
un abrazo que no se puede explicar con palabras. Vinieron todos los de la
planta: médicos, enfermeras,… felicitándome.
Con lo que me quedó la satisfacción de haber
salvado una vida, y el agradecimiento de la mujer y familiares. Tan reales y
tan de corazón.
Ser socorrista no es ninguna
broma. Es un trabajo muy serio, y puede haber un momento, en que la vida de una
persona corra peligro y necesite de ti...
@polinesian79
7 segundos, una vida - Cristian Hernández
Este verano 2012 era mi primer año de
socorrista, como en todo lo que se comienza se tienen muchas ganas. Vigilar a
bañistas no está valorado como se tiene a vox populi… lo típico: están
escuchando música, miran a las chicas, están todo el día sentados… cualquiera
lo podría hacer… frases típicas que tiene el pueblo ante el trabajo de los
socorristas.
Pues
como lo tenía mi pueblo (Badia del Vallés) ante los socorristas de la piscina
(por cierto, mucha ilusión que en mi primer año de SOS pudiera vigilar a mis
vecinos). Tenían al socorrista como la persona que prohíbe fumar, comer, y la entrada
de personas que no ha pagado entrada o no es socio.
Fueron
unas primeras semanas complicadas, la verdad sea dicha. Todo el mundo criticaba
la forma de trabajar de los SOS, “vosotros mirar al agua y no a lo que hago”
era lo mas sonado que escuchaba, no sabían que era eso lo que hacíamos, vigilar
el agua.
Y eso se demostró el día 12 de Julio cuando
tuve que reanimar a un niño que se había ahogado. La verdad aún lo recuerdo, y
todo fue muy rápido. La piscina pequeña estaba llena de niños (casales) y
además usuarios. Cuando de repente vi que un niño no se movía. Junto a las
escaleras. Al lado suyo, dos niños jugaban a bucear. Me acerqué ligero, pero
contando 7 segundos (pensaba que buceaba, todo y que la posición era extraña).
No se movía. Me tiré rápidamente. Lo subí al suelo de la piscina. Tenía 8 años
y era delgado, pero para mi, parecía como si tuviera 20 años y pesara 50 kilos.
Fue su padre, el que me tuvo que ayudar a subirlo.
Mientras yo lo reanimaba, el padre gritaba
“mi niño, mi niño, pero si solo he ido a por la
crema solar…”
Haciendo dos reanimaciones, es cuando ya
abrió los ojos. El vio la luz, y yo también. Escupió todo el agua y lo puse en
PLS. Todo muy diferente a como lo ves en un video a verlo en la realidad…
No te entran ni nervios, solamente actúas, no
da tiempo ni para ello.
Cuando ya vinieron mis compañeros, ya estaba
estabilizado. El padre me dio un fuerte abrazo, y cuando vino la ambulancia, es
cuando se hecho a llorar. Se dio cuenta de todo lo que había pasado. Con el
tiempo me comentó que llegó a coger un pequeño trauma, en el que no quería
volver a la piscina.
Tardó un mes en volver.
Por eso que el SOS, a parte de su trabajo,
tiene dotes de psicólogo, y tan importante es el trabajo diario como ayudar a
ese padre diciéndole que son cosas que pasan y que no hay que darle importancia.
El niño, ya cuando vino de nuevo, me tuvo
como un superhéroe. Me dio un fuerte abrazo, un beso, y me dijo gracias.
Y así cada vez que viene a la piscina.
Es en estos casos cuando la gente se dio cuenta
de la importancia del SOS. Los vecinos que rechistaban sobre fumar y comer, te
vienen y te dicen: Qué gran trabajo hacéis.
Todo cambió a partir de ahí, valoraron más...
hasta mis compañeros con muchos años en la piscina decían que la gente estaba
más involucrada con nosotros.
La gente se dio cuenta que aunque pasaran 8
años sin un incidente de este tipo, el SOS nunca está relajado, y que siempre
cumple con su trabajo, el agua.
@hernandezcricri